¿En qué te puedo ayudar?

En la consulta de «Elena Puerta Psicoterapia y Coaching”, ayudamos a niños, niñas, adolescentes y personas adultas en sus procesos de desarrollo y cambio, acompañando a superar las dificultades que surgen en la vida. Ansiedad, estrés, regulación de emociones o problemas de la conducta alimentaria son problemas frecuentes que en ocasiones nos toca afrontar.

¿Te animas a pedir ayuda?

Si caminas sólo, irás más rápido. Si caminas acompañado, llegarás más lejos.

Estrés y burn-out

Hay momentos en que las responsabilidades personales y laborales se vuelven demasiadas y sentimos que estamos desbordados/as y no sabemos cómo afrontar tanta carga. Si esta situación se prolonga en el tiempo, es posible que sufras de estrés y el “síndrome del quemado”, que puede afectar a tu vida personal y profesional.

Ansiedad, crisis de pánico

Si estás sufriendo estrés en tu día a día, debido a la rapidez con la que vivimos y a las exigencias impuestas por la sociedad actual, la ansiedad puede aparecer en forma de síntomas psicosomáticos, llegando incluso a picos de pánico. Con estrategias específicas para el tratamiento de la ansiedad, abordaremos la situación en particular, con el objetivo de reducir la frecuencia e intensidad de esta sintomatología. Abordamos problemas como la fobia social, la ansiedad generalizada, o los ataques de pánico, entre otros trastornos de ansiedad.

Bloqueos emocionales

Muchas veces nos sentimos bloqueados/as y no sabemos cómo seguir adelante. No sabemos qué nos pasa, pero tomar una decisión se vuelve complicado y no podemos avanzar. Normalmente, tras un bloqueo emocional se esconden creencias que limitan a la persona. Creencias tan arraigadas y tan metidas en el “ADN”, que no somos capaces de darnos cuenta. Es importante analizar cuáles son tus creencias limitantes y trabajar estrategias para cambiarlas, en el caso en que te estén bloqueando y no te dejen avanzar. También, un bloqueo emocional puede estar ocasionado por el miedo que produce tomar una decisión. Dudas constantes que te impiden avanzar. Temes ser objeto de críticas por otras personas, no estar a la altura, equivocarte o fallar. Suelen ser miedos tan potentes que te ves en un bucle, intentando controlar cada consecuencia futura fruto de tu decisión. Y cuanto más quieres controlarlo todo, más dudas tendrás y mayores dificultades para tomar decisiones. Esta situación lleva asociado estrés, ansiedad o angustia, que pueden paralizar a la persona y seguir adelante.

Baja autoestima

La valoración que haces de ti es clave para conseguir lo que te propones en la vida. Cuando no eres capaz de valorarte de manera positiva, no eres capaz de tomar decisiones por ti y siempre crees que las otras personas hacen las cosas mejor que tú. Tu autoestima será negativa. Esto te bloquea cada vez más, y merma tu capacidad de decisión, dejando siempre a otras personas que decidan por ti. Cada vez te verás menos capaz y con más dudas, y este sentimiento se irá apoderando de diferentes facetas de tu vida. Una autoestima elevada es condición necesaria para una correcta toma de decisiones, que estén alineadas con tus valores de vida. Solo así podrás obtener resultados acordes a tus deseos, lo que te irá dando cada vez más fuerza para seguir adelante con el estilo de vida que quieras.

Gestión y regulación emocional

Aprender a identificar y gestionar las emociones será una de tus mayores ventajas para múltiples aspectos de tu vida. Si, por ejemplo, no sabes controlar la rabia en un momento determinado, esto puede tener consecuencias negativas con tus relaciones (de pareja, amistades, en el trabajo…); si no sabes manejar y gestionar el dolor, podrás sentir en no mucho tiempo un estado depresivo que te impida avanzar y que poco a poco te lleve a la renuncia de tus objetivos; también, si eres incapaz de auto regular el miedo, éste se puede convertir en un factor limitante clave que te paraliza; o, finalmente, saber gestionar el placer es también necesario en algunas patologías (como por ejemplo, aprender a controlar los impulsos ante el placer que te produce comprar de manera compulsiva, el juego o la comida). Contar con estrategias que nos ayuden a gestionar y regular nuestros estados emocionales, es vital para un futuro próspero.

Miedos y obsesiones

Todas las personas somos propensas a tener obsesiones alguna vez, desencadenadas por pensamientos repetitivos e intrusivos que se cuelan en nuestra mente y no se van de la cabeza. Cuanto más intentamos apagar nuestra mente, intentando que el pensamiento deje de atormentarnos, se crea la paradoja de que ese pensamiento más nos viene a la cabeza. Se crea un círculo vicioso en el que la persona, cuanto más se esfuerza en no pensar, más piensa. Hasta que su pensamiento se vuelve en una verdadera obsesión.

Otras veces, tenemos la necesidad de tener todo bajo control, todo organizado, intentando buscar un efecto de falsa tranquilidad. El problema surge cuando algo se escapa a nuestro control, pero insistimos una y otra vez en intentar controlar de nuevo la situación. Ese intento excesivo de controlarlo todo, de una manera rígida e inflexible, desemboca en una pérdida de control, que obsesiona a la persona por completo.

La manera en la que percibimos una situación y el cómo actuamos después, será determinante a la hora de crear verdaderas obsesiones que nos incapaciten en nuestro día a día. Ante una misma situación, por ejemplo, un pensamiento difícil que te venga a la cabeza en un momento determinado, una persona puede simplemente dejarlo ir y no darle mayor importancia, mientras que otra persona se puede “quedar enganchada” y bloqueada, pensando una y otra vez “¿cómo es posible que haya podido tener este pensamiento?”. Esta manera de pensar/actuar, muchas veces de manera inconsciente, hará que ese pensamiento se vaya convirtiendo de manera progresiva en una obsesión.

Para combatir estas obsesiones, trabajamos con estrategias específicas que han resultado ser casos de éxito en muchas personas, siguiendo la afirmación de Cioran: “Toda obsesión se satura de sí misma “.

Crisis vitales – crisis de identidad

A veces, llega un punto en la vida de una persona, en la que de repente se da cuenta que la vida que lleva está alejada de la vida que desea. Ve que su vida y lo que está haciendo (bien sea el trabajo, tener o no tener familia, etc.) no está alineado con sus valores, con sus objetivos y deseos más profundos. Se ha dejado llevar por las circunstancias, no ha sabido decir no en un momento determinado y, con el paso de los años, empieza a sentir un vacío, una tristeza y una angustia, acompañado por un deseo de cambio, de querer conocerse mejor y de resurgir. A veces, hay una falta de identidad: la persona no sabe tomar decisiones por ella misma y delega en los demás su propio futuro. Son personas que no saben qué quieren, no saben bien quienes son de verdad, no se aceptan, tienen poca autoestima y no saben cómo gestionar sus deseos. Otras veces, surge un conflicto de identidad: son momentos en los que una persona tiene que tomar una decisión importante y difícil en su vida y normalmente hay conflicto entre dos objetivos contradictorios que se quieren conseguir. Surgen sentimientos de culpa y remordimientos

Estados de ánimo depresivos

La falta de motivación para emprender acciones, la pérdida de ilusión y de energía, tener sensación de cansancio a lo largo del día, la pérdida de placer al hacer actividades, la disminución de la capacidad para concentrarse o sentimientos de inutilidad o culpa son algunos de los síntomas que padecen las personas con depresión. Normalmente, estas personas delegan en las demás la toma de decisiones, suelen hacerse la víctima frente a las situaciones que le van pasando y tienden a no enfrentar ni combatir sus problemas, renunciando muchas veces a cualquier actividad. Esta forma de comportarse empeora el problema y será necesaria la ayuda de una persona especializada para superarla.

Problemas de conducta alimentaria

Muchas personas dicen tener una “mala relación” con la comida. A veces están a dieta, restringiendo alimentos que se etiquetan como prohibidos (cada persona tendrá los suyos); otras veces comen de manera compulsiva y sin control, con el objetivo de calmar algunos sentimientos desagradables (estrés, incertidumbre, tristeza, soledad, enfado…). En estos casos, se está utilizando la comida como una manera de calmar y relajar la mente, o lo que es lo mismo, se come de manera emocional y no por hambre.

Pero ¿te dura mucho esta sensación de calma y bienestar? Normalmente la respuesta es negativa, ya que tras un corto periodo de tiempo en el que te sientes bien, llegan los sentimientos de culpa, frustración o vergüenza por haber perdido el control. 

Comer cuando sientes emociones negativas no va a ayudar a que esas emociones desaparezcan, ni va a ayudarte a resolver los problemas que se esconden detrás. Será necesario averiguar qué situaciones desencadenan este acto de comer emocional, y trabajar en estrategias para la regulación de esas emociones, así como en los posibles problemas que hay por debajo (baja autoestima, ansiedad, problemas relacionales etc.).

Infancia y adolescencia

Tanto la etapa infantil como la adolescencia son periodos llenos de cambios, de evolución y de aprendizaje constante en la que son necesarias herramientas para afrontar las dificultades propias de la edad. La incorporación al colegio, la necesidad de relacionarse con los iguales o los cambios corporales son solo unos ejemplos de todos los cambios a los que están sometidos niños y adolescentes. Además, pueden surgir situaciones externas a la propia evolución normal, como son: un divorcio en el seno de la familia, el fallecimiento no esperado de algún familiar, acoso escolar, adicción a la tecnología, etc.

Desde Elena Puerta Psicoterapia y Coaching podemos ayudar a los y las más pequeñas a adaptarse a sus nuevas situaciones, dotándoles de herramientas que les ayuden a ser más felices y les apoyen en su camino hacia el futuro.

Recuerda...

SI HAY UN PROBLEMA,
HAY UNA SOLUCIÓN

Si tienes estrés, ansiedad o consideras que podrías mejorar tu autoestima, este es tu sitio.

Te ofrecemos sesiones online y presenciales para facilitarte el proceso a tu nueva vida.